8 tipos de orgasmos que debes probar

Cada mujer vive los orgasmos de manera diferente y existen varios tipos de orgasmos según la parte del cuerpo que se estimule, sigue leyendo y te contaremos cómo conseguirlos, y todo lo que un hombre debe saber respecto a los orgasmos de una mujer...

1. A través del punto G.  En este caso la estimulación se enfoca en la zona primaria erógena como el clítoris, el ano o los pezones, a revista Cosmopolitan lo llama ‘el uniorgasmo’.

2. Acariciando los pechos. Sólo con estimular los pezones las mujeres podemos alcanzar un orgasmo. Según la revista Science of relationships mediante las caricias en los pechos se producen terminaciones nerviosas que nos excitan hasta el punto de alcanzar el clímax.  

3. Por vía anal. Para muchos sigue siendo un tabú, pero es una zona súper estimulante e incluso los orgasmos pueden ser más intensos que los vaginales, según Infobae.

4. El biorgasmo. Ciertas combinaciones como la vagina y la lengua o un dedo y la lengua provocan orgasmos más intensos.  

5. Con la mente. La mente puede potenciar la sexualidad o anularla y el cerebro influye en el tipo de encuentro sexual que deseas tener ya sea romántico, salvaje o íntimo. Si respiras cerca de sus zonas más erógenas lo podrás volver loco.

6. Con un beso. Algo tan simple como un beso puede estimular el cerebro de hecho hay estudios que aseguran que los besos apasionados son esenciales para alcanzar un orgasmo cerebral.

7. El triorgasmo. Es parecido al biorgasmo por el hecho de combinar varias zonas al mismo tiempo, en el caso de la mujer por ejemplo se puede estimular el clítoris, el punto G y el ano. Y en el hombre excitar simultáneamente pene, testículos y ano puede ser muy placentero.

8. El orgasmo complementario. Esta técnica ayuda a que el orgasmo sea más duradero y consiste en ir alternando la una zona erógena de tu pareja con otra.  

Los orgasmos también se producen durante el sueño y según estudios estos se viven de manera más intensa. Incluso, puedes llegar a experimentar un orgasmo sin tener relaciones sexuales como por ejemplo a través de ejercicios como los abdominales que pueden estimular la zona genital.